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13 lunas

Martirio, 'Doctora Amor' en el Auditori

Martirio, 'Doctora Amor' en el Auditori La intérprete turbó con los boleros de 'Primavera en Nueva York', pero no se soltó hasta su asalto coplero
JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

Una Martirio estilista y sufridora; entregada al arrebato confesional de cava de jazz, paseó su peineta posmoderna (con guiño arc déco) en el Auditori. Su stage neoyorkino nos la ha devuelto aún un poco más refinada e intelectual, menos autoparódica, y su paseo por el bolero jazzístico acabó en una exhibición de técnica rematada por unos aplaudidos préstamos copleros.
La intérprete se tomó al pie de la letra la presentación de Primavera en Nueva York, y 11 de sus 12 canciones desfilaron en orden riguroso, comenzando por Ese sentimiento, un recuerdo al autor cubano José Antonio Méndez. Había hilo conductor: los diferentes pasos de una relación sentimental, que Martirio evocó, uno a uno, cual experta Doctora Amor (con permiso de Los Sencillos), Sorpresa, sensualidad, complicidad, pérdida, nostalgia... Un ciclo lleno de ardores y planicies en el que la arropó un quinteto de guante blanco. "Quién me iba a decir que con mis años iba a tener este pedazo de banda. ¡Y son como la ONU!", soltó.
Entre el piano conductor de Jesús Lavilla, el contrabajo del bonaerense Horacio Fumero y la batería de David Xirgu corrían el aire y los suspiros. Martirio y Fumero se aliaron en Si te contara, y los vientos de Gorka Benítez y el californiano Matthew Simon subrayaron esa visita guiada al loco mundo de las pasiones ante una platea casi extasiada. "Es un placer el bumerán que estoy recibiendo", afirmó la cantante.
La cumbre llegó entonces con Mi ayer, de otro clásico del bolero cubano, Ñico Rojas, "uno de los poquitos que quedan vivos", recordó.

Más 'cool' que paródica
Momento de exhibición instrumental, con la banda apretando el acelerador, que precedió a una recta final con ligero cambio de registro: volvió la Martirio deconstructora de la copla que, a diferencia de lo que hacía en otros tiempos, en lugar de ironizar con el género, lo eleva al altar cool con un galopante correctivo de jazz. Torre de arena, un Dicen tocado por el swing, un álgido Ojos negros que dedicó a Chano Domínguez, No me digas que no y la última cita pendiente, la 12ª, a su Primavera en Nueva York: Me faltabas tú, con sus guiños a la plenitud emocional.
"Me faltaba amor / Me faltaba paz, me faltabas tú / Quién iba a pensar / Que hoy pudiera amar / Más hondo que ayer". ¿Un final de recital demasiado perfumado para Martirio? Quizás. Faltaba un poco de factor tabernario. Un poco de La bien pagá, que coronó la noche con luces rojas de barrio sospechoso y el grupo soltando humo. Ciclo completo.

FUENTE: El Periódico.

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