Nació hace 47 años en Sants y fue planchista de coches hasta que, a los 30, descubrió su vocación. Esta noche presenta su 10° disco en la sala Apolo.
--La rebelión de los niños con problemas emocionales. Solo por el título, ya le compraría el disco.
--¿Sí? Pues se me ocurrió hace ocho años y lo rescaté, a pesar de que me decían que era demasiado largo. Parece que en esta frase nos podemos identificar todos.
--En sus conciertos hace mucho teatro. ¿Esta noche también?
--Un escenario es para eso, para hacer teatro. Lo hago yo cuando subo y lo hace un político también. Lo que no quiero es que me tomen por un payasito. Me gusta hacer reír, pero no siempre. Tampoco voy a disfrazarme si la canción no lo pide, y este disco lo pide poco.
--También usted hace teatro, de texto me refiero.
--Acabo de estar en el Teatreneu con Mentiras podridas. La gente se descojona de risa. Digo yo que estará bien.
--¿Qué le ha hecho Manu Chao para que se meta tanto con él en la canción Humo en el agua?
--¡Qué va! Yo no me meto con él, solo utilizo títulos de canciones, entre ellos las suyas. Si digo Soy rebelde y clandestino, pero solo hasta que acabe esta canción y Última estación, arrogancia lo digo por mí.
--¿Seguro?
--Seguro. A ver si él se lo va a tomar mal... Aunque eso no quita que conozco músicos de grupos anticapitalistas que conducen un deportivo.
--Hablando de dinero, ¿a usted le hace mucho daño la piratería?
--Creo que, ya que se ha inventado la maquinita, puede ser una buena herramienta porque así me escucha más gente. El que ha salido perdiendo es el que antes ganaba 10 millones y ahora gana 4.
--Se autoedita desde hace cinco años. ¿Es mejor que ponerse en manos de una discográfica?
--Saqué mi primer disco con una multinacional y, sinceramente, no me gustó nada. No entendieron mi historia. Luego estuve con una discográfica independiente de Mataró y al final las circunstancias me llevaron a hacerlo yo mismo. Hombre, ahora lo disfruto, la gente me va comprando discos por la web, pero tampoco está mal tener a alguien que te ayude por detrás. Que cada uno haga lo que le convenga.
--¿Ha sido fácil coordinarse con los 32 músicos que participan en este disco?
--Ellos me han ayudado mucho y si la gente me ayuda será por algo, ¿no? Será que se lo pasan bien o que ven que me lo curro. Por cierto, aún no he podido darles el disco a los 32.
--Se llama Daniel Soler. ¿No está cansado del alias Higiénico?
--No. Me gusta. Es de mis tiempos del grupo Quartet de Baño Band. Fuente: El Periódico de Catalunya
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