Una clase de escepticismo con Luis Eduardo Aute en Barnasants
BARCELONA
Gravedad y confesionalidad; atmósferas solemnes, medios tiempos brumosos y estrofas de estreno que insinúan que el escepticismo vital de Luis Eduardo Aute va a más con los años. El cantautor presentó A día de hoy en el Auditori en un largo recital (dos horas y media) que fue un monumento al descreimiento, aunque fuera salpicado con algún que otro guiño irónico, como esa Alone with you, una "canción de amor onanista" dedicada a Sharon Stone con la esperanza, confesó, de que llegue algún día a sus oídos.
Aute abordó 13 de las 14 canciones del nuevo disco, mezcladas con algunas miradas al pasado "para hacer el recital un poco menos insoportable". Se abrió paso proclamando, en catalán, su simpatía por Barcelona ("la meva segona casa") y por el festival Barnasants, "después del Tenco, el más importante de canción de autor de Europa". Descorchó la botella con una pieza de 1998, Me va la vida en ello, y se lanzó al nuevo material con el trote bluesístico de Naves quemadas.
Sus nuevas canciones se alimentan de frases tan edificantes y dicharacheras como "vivir es navegar tras un espejismo" y "todo está al revés, solo creo en mí", mezcladas con guiños a Leonard Cohen para acabar de rematar. En La barbarie evocó las visiones apocalípticas de The future, pieza del cantautor canadiense, que anuncia: "He visto el futuro, hermano, y es el asesinato".
Aute alternó esas reflexiones sombrías con gestos de simpatía hacia los surrealistas franceses (J'écris ton nom), John Lennon (Imaginación) y Picasso (Tríptico de luces y sombras), y poco a poco, con discreción, fue inyectando al repertorio pequeñas dosis de material conocido muy bien recibidas: Imán de mujer (con chiste dudoso incluido: "no confundir con 'Y mande, mujer'", bromeó), Mojándolo todo, Volver a verte, Todo es mentira, Cada vez que me amas, Slowly...
Guión sonoro sobrio
Lo arropó un quinteto con caras conocidas, como las de Cristina Narea (voces y guitarra) y Toni Carmona (guitarra), siempre en su sitio, al servicio de un guión sonoro muy sobrio que, en la recta final, cerró filas en torno al nuevo material, con El resto es humo ("dedicada a los trepas"), A día de hoy y Cuando no cante más, esta con texto del gaditano Carlos Edmundo de Ory. Tras las sucesivas giras de Auterretratos, el cantautor deja ahora en reposo muchos de sus clásicos, pero algunos de ellos renacieron en la tanda de bises.
No hubo espacio para Aleluya n° 1, Rosas en el mar, La belleza ni Al alba, pero sí para Sin tu latido, momento de alta intensidad al que siguió un viaje al pasado más remoto: Aute, acompañado sólo de su guitarra en De alguna manera, un rescate de su disco Rito, de 1973. La última propina trajo al grupo en pleno para secundar unas estrofas que refrescaron el ambiente tras tanta desesperanza. "No me hace falta la luna / ni tan siquiera la espuma / me bastan solamente dos / o tres segundos de ternura". No todo está perdido.
FUENTE: EL PERIÓDICO
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